REFLEXIÓN
Y antes de poner fin a todo esto, nos toca parar; parar y analizar todo lo que hemos aprendido a lo largo de estos meses, aquello que nos ha marcado, ya sea por unas razones u otras, todo lo que hemos sentido y cómo nos hemos sentido.
Nadie empieza nada, siendo experto en la materia, y los profesores o proyectos de, no íbamos a ser menos…
Las dudas al empezar venían por montones: ¿Sabré? ¿No sabré? ¿Me recibirán como una profesora más? ¿Seré capaz de explicar? ¿Y seré capaz de que me entiendan? ¿Tendré autoridad?... Y así muchas más. Algunas de ellas tienen respuesta por la mera puesta en práctica. Pero la verdadera dificultad viene con todas aquellas preguntas que aparecen una vez estas dentro del aula.
Y aquí es donde empezaría a hablar de uno de esos temas. Uno de los que me parece más delicado y difícil de abordar en ciertos casos. Y del que todavía no conozco “nada” y se basa: en el trato con los padres. ¿Cómo abordar una tutoría de un alumno problemático? ¿Cómo decir a unos padres que a su hijo se le ha detectado un problema en cualquier área? ¿Cómo preguntar si en casa va todo bien, o no? Ya que a los niños de estas edades, se les nota todo.
Y así pues, el traro con los padres, y el saber cómo abordar una tutoría de manera correcta, es uno de los temas por los que ahora mismo siento más curiosidad.
Como alguna vez he citado: “cada maestrillo tiene su librillo”, efectivamente, me llevo infinidad de elementos, de trucos, juegos, canciones y maneras de dirigir un aula, que como primera experiencia, no cambiaría.
Pero también hay ciertos elementos, que me han hecho pararme a pensar:
-Creo que en el aula de educación infantil jugamos con una serie de ventajas como son, la plasticidad del cerebro infantil, el poder diseñar tu clase, el hecho de que los alumnos te sigan vayas por donde vayas, su capacidad de imaginar y la creatividad en potencia que todos llevan dentro … por lo que dedicarnos exclusivamente a seguir los métodos, a rellenar todas y cada una de las fichas, y seguir los libros palabra a palabra, desde mi punto de vista estamos dejando a un lado, algo que solamente podemos encontrarnos en educación infantil y es el hecho de tener delante a 25 niños cuya capacidad de aprendizaje supera en creces lo que nos imaginamos.
Los números no se aprenden únicamente repasándoles una y otra vez, claramente el grafo es importante y el trabajo de la motricidad fina más aún, pero eso no significa que para su trabajo debamos tener a niños de incluso de dos, tres y cuatro años sentados en mini sillas y mini pupitres de 9 de la mañana a 2 de la tarde.
Creo y confió en que todos los niños tienen esa capacidad creativa propia de cada persona, pero también creo y confío en que esa creatividad sola, no se desarrolla. Y es ahí donde entra el genial e increíble papel del maestro de educación infantil.
Tenemos un aula a nuestro cargo, un aula en el que podemos tirar un papel continuo al suelo para trabajar la percepción y el control del espacio, donde para trabajar el conocimiento de nuestro cuerpo podemos trabajar de infinidad de maneras de pie, con espejo, en parejas, con música, sin música…. Y no únicamente pegando pegatinas para completar un muñeco.
Con esto no me refiero, ni muchísimo menos, a dejar a un lado los libros o las fichas, pero si estoy a favor de un aula, donde los niños aprendan no solo estando sentados en mesas, y dónde el desarrollo de la creatividad sea uno de los objetivos principales del curso.
Pero en todo el tiempo que he estado en el aula desde el 7 de noviembre del 2016 hasta el 20 de enero del 2017, únicamente hemos realizado una actividad, en la cual los niños no han cogido a un lápiz o una pintura, sino un pincel y tempera; donde han trabajado sobre papel continuo; donde se les permitía cambiar de color y de sitio para pintar…
Lo que me hizo darme cuenta de la gran importancia de ese tipo de actividades, no fue ni más ni menos, que los propios niños.
-La paciencia no es infinita, y eso es algo que todos sabemos… pero está claro que si no tienes una grandísima dosis de la misma, en un aula de educación infantil, puede que acabes tirándote de los pelos; y a qué me refiero con esto… pues me gustaría hacer referencia a que ningún niño pequeño va a hacer algo para molestar, ni para tocar las narices, o para justo destrozar adrede aquello que acabas de colocar… son niños, y viven el aquí y el ahora.
¿Castigarles? ¿Cuándo, cómo y por qué? Sé que no es: o blanco o negro, si hace esto le castigas y si hace lo otro no le castigas. Entran una gran cantidad de cosas en juego: si es frente a otro compañero, si es siempre el mismo, porque lo hace, si el otro lo desencadena o no, si siempre es en el patio o en clase… Claramente comento desde la posición de mero espectador, pero creo que para llegar a mandar a un niño de tres años, a la pared y castigado por molestarte a primera hora en la asamblea, no es la mejor manera para que el mismo se dé cuenta ni de lo que ha hecho, ni de porque está ahí, nique tiene que hacer para mejorarlo.
Efectivamente, la disciplina se forma, pero no únicamente mediante la existencia de los castigos desproporcionados.
-Es bueno darles un ejemplo y es bueno mostrarles cómo se hace correctamente, pero de ahí, a no permitir que se haga de otra manera, me parece que es trasmitir mensajes contradictorios, ya que en la vida no todo es o blanco o negro. Esto llevado a plano tan simple como es colorear, pero que para ellos es el trabajo de todo su día. Como maestra puedes colorear un dibujo de ejemplo y decidir que tu muñeco tiene el pantalón verde, la camiseta roja y el pelo rubio; pero ese, es tu muñeco, no toda la variedad de muñecos que se pueden colorear. Y el obligar a todos los alumnos a pintar los pantalones verdes, las camisetas rojas y las melenas rubias, no es algo que me parezca lo más favorecedor para desarrollar esa creatividad de la que hablábamos.
Hay actividades donde claramente no puedes pretender favorecer esa creatividad, ya que el número 1 se hace de una manera determinada y no hay más maneras de escribirle, que no de trabajarle. Pero a la hora de pintar.... vas a decir que está mal un muñeco: ¿moreno, con camiseta rosa y pantalones azules?
Bona (2016) “Los maestros somos unos privilegiados porque cada día tenemos la oportunidad de sumergirnos en una piscina infinita de imaginación, de ilusión y de inspiración de la cual todos y cada uno de nosotros se nutre (…) Somos pues grandes privilegiados. Pero no se nos debe olvidar que tenemos una gran responsabilidad, cada día debemos estimular su creatividad y aguijonear su curiosidad”. (p.53)
Antes de leer la despedida, me gustaría dar las gracias a todos los miembros que han participado en el proceso para que estas prácticas se hayan podido llevar acabo. Tanto a Xoan, mi tutor de la universidad por ayudarnos en el proceso y permitirnos ver y aprender de otros colegios, como al colegio Apostolado, por acogernos como maestras y hacernos sentir tan cómodas desde el día número uno. Y sobretodo a mi tutora, por enseñarme tantas cosas, y permitirme entrar en su aula como una más.